Estos días de estancia en Chile, me están haciendo reflexionar sobre muchas cosas, pero una de ellas más que otras por la sorpresa que me está causando.
En mi primer día de visita a las escuelas, me sorprendió ver la edad de algunos maestros, sobre todo pensándoles en el aula.
En Chile la jubilación es tardía, parece que las bases de cotización hacen que la cuantía a recibir de manera pública sea escasa, así que muchos maestros y maestras optan por no jubilarse porque probablemente su retribución no les llegaría ni para cubrir las necesidades básicas.
Esto me hace reflexionar sobre los cambios que parecen avecinarse en España, y si ¿la edad de retiro debería ser igual para todas las profesiones?
En Chile, puedes jubilarte a partir de los 60 para las mujeres y los 65 para los hombres, y me surge la pregunta y ¿esto por qué? Si al menos hubiese un beneficio para la mujer lo podría justificar, pero... no es el caso, solamente hablaron de un "mayor desgaste de la mujer", que no voy a ser yo quién diga que no es así, aunque no generalicemos que de todo hay. He de decir que estos datos no los he comprobado, más que por las conversaciones de café que tenía en las escuelas.
Ahora, la jubilación es voluntaria. Así, me encontré a un señor de 82 años en una escuela, que estaba en la clase con los muchachos de 10 años. Y algunos me dirán que no pasa nada, que si su cabeza está activa puede enseñarles mucho, que... pero discrepo, y ya no porque aquel hombre no tuviese todas sus capacidades sino por el respeto también a su descanso. Y sentado allí sobre su silla, poco después de la hora del desayuno se le cerraban los ojillos cansados, igual que le pasaba a mi abuela cuando se recostaba cada tarde en su sofá orejero.
Llega un momento en la vida en que necesitas descansar, y quizá puedas negarte a verlo sintiéndote ágil física y mentalmente, pero delante de ti tienes mínimo veinticinco mozalbetes, ávidos de emociones y ágiles de reflejos, que necesitan un maestro que les guíe por diferentes facetas de su vida, que les enseñe desde pasado, presente y futuro, con buenas dosis de energía.
En la universidad también hay profesores bastante mayores, que podrían significar una figura parecida al emérito de las universidades españolas, sin embargo, son docentes sin ninguna distinción horaria en la mayoría de los casos, con largas jornadas docentes y espacios poco adaptados a cuidarse la espalda por ejemplo.
Así, hemos de pensar que retirarnos de la profesión no es quedarnos a un lado, al contrario, es el momento de hacer esas cosas estimulantes que de otra manera no pudiste hacer, pero hemos de dejar paso a las nuevas generaciones que traen savia nueva.
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