El titular de parte de la prensa de ayer y la incertidumbre que está suponiendo en los centros con bachillerato la realización de la prueba para entrar en la universidad (no quiero ni ponerle nombre porque es otro de los focos que han puesto y que a mi parecer no es importante), me sugiere dar lugar a una reflexión como docentes, y la pasividad que estamos mostrando ante algo que puede afectar a una generación, los chavales que andan entre los 16 y 18 años, los que no podemos olvidarnos que son los que iniciaban su primer año de Educación Secundaria con el desasosiego que les produjo el confinamiento. Y que aquello ya les marcó, más de lo que pensamos.
Vayamos a los titulares, algunos de ellos, porque el mensaje
se repetía en los distintos medios:
- - “El borrador de la nueva PAU prevé reducir las opciones del examen y no valdría con estudiar la mitad del temario” (RTVE)
- - “Acuerdo para la nueva Selectividad: la prueba será más exigente porque se limitan las opciones y no bastará con estudiarse medio temario” (El País)
- - “Una nueva selectividad llena de interrogantes” (Diario palentino)
- - “Solo un modelo de examen y más exigente: así será la nueva Selectividad en 2025” (Infobae)
Además de mensajes que sólo pueden dar lugar a ansiedades
causadas por una incertidumbre externa, no se encuentran justificaciones ricas, ni
didácticamente, ni metodológicamente y aún menos con hacer que nuestros chavales
lleguen a la universidad en mejores condiciones.
La exigencia ha de labrarse antes, no en una prueba de un
día, o dos, o tres… que va a determinar su futuro, y por qué no el nuestro,
porque todos formamos parte de una sociedad que lo que menos necesita son
acusaciones, como que los que ya pasaron por ella se estudiaban solo la mitad
del temario, ¿de verdad que interesa a alguien este tipo de ruido dañino?
Porque la acusación no va dirigida solo a los estudiantes, sino a sus docentes.
Y ahora vamos a alguno de los detalles, que engrosan la
rumorología casi como si fuese cartas de un tarot que alguien pone sobre la mesa,
jugando con el futuro:
- - Entre un 20 y un 25% del examen serán preguntas prácticas obligatorias para aplicar los conocimientos adquiridos
- - Estas preguntas podrán requerir una respuesta cerrada, semiconstruida o abierta
- - Un 20% y un 25% de preguntas de carácter práctico o competencial, que deberán responderse obligatoriamente
- - Propuestas armonizadas de exámenes para posteriores convocatorias y que con este objetivo se solicite ayuda económica a los distintos gobiernos autonómicos para llevar adelante esta tarea
Preguntas competenciales, en un entorno donde estamos viendo
magufadas en relación con las competencias, que sí, que hay gente que lo
ha entendido bien pero otros no, muchos no, me atrevo a decir.
Modelos que se sacan en distintos entornos, sin ninguna garantía, y ¿con qué objetivo que no sea "entrenar"? (me pregunto yo cómo cuadra esto con ese enfoque competencial del que se habla). LLos docentes no tenemos la tarea de entrenar ¿no?
Estamos ante una situación para poner un nuevo modelo, con una
nueva tipología de preguntas y como docente me pregunto, ¿no sería
necesario una buena inversión en formar de manera previa a los docentes que
pondrán este tipo de prueba? Poner preguntas no es “llegar y besar el santo”
(como decía mi abuela), la tarea más compleja de la profesión docente (o al
menos a mí me lo resulta) es evaluar, encontrar la clave de las preguntas,
evitar doble sentido en las palabras (por ejemplo en el diseño de los tipo
test, todo esto es complicadísimo y necesita de una buena formación y un
pilotaje), … Parece que el objetivo es solicitar ayuda autonómica para tener
unos buenos diseñadores de exámenes, o es para otra cosa, pero… a estas alturas
ya con octubre en puertas ¿de verdad que nos vamos a creer que las cosas están
bien?
Paremos esta situación, hagamos algo por eliminar esta
angustia en los chavales, y conste que no lo digo en un afán proteccionista,
sino en una llamada a la cordura para hacer las cosas bien. Cambiemos,
pero primero demos formación rica a los evaluadores. Endurezcamos, pero
primero analicemos la situación en el bachillerato y demos recursos para
ello. Se necesita sosiego en esta situación por parte de la Administración,
y quizá algunas voces del colectivo docente que ayuden a dar lugar a cierta calma en la actuación… quedan pocos meses y esto no debemos
experimentar con el futuro de alguien que está más indefenso que nosotros.
Fuentes de prensa:
https://www.rtve.es/noticias/20240927/nueva-prueba-acceso-universidad-borrador-2025/16265069.shtml