Ayer, tuve el gusto de participar como conferenciante en la Escuela de Padres y Madres organizada por el Colegio San Ramón y San Antonio de Madrid.
Agradezco como siempre, la predisposición positiva de todos sus profesores para organizar este tipo de eventos y abrirnos su puerta siempre que hemos necesitado validar herramientas o cualquier otra tarea de investigación, dado que facilitan esa colaboración entre la universidad y la enseñanza media que a veces es utopía.
Ayer, frente a los padres, me dí cuenta la dificultad que puede entrañar este público, motivado pero más perdido en este ámbito específico de las matemáticas, inmersos en la problemática emocional que puede suponer que tu hijo "saque bajas calificaciones". La sala no estaba muy llena, y es que todavía a fecha de hoy se tiene el mito de que "para ser padre o madre no hay que aprender nada nuevo", pero agradezco a todos los que allí estuvieron que me hicieron sentir en familia, y tengo ganas de repetir pronto la experiencia, pero esta vez, sentados en el suelo y jugueteando con mis cacharritos.
Gracias a los asistentes, por sus preguntas, porque siempre abren nuevas puertas a la investigación.
Os dejo mi presentación.
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