Tras quince años en la enseñanza con jovencitos y jovencitas adolescentes, he comprobado una y otra vez que los estudiantes, con un buen punto de apoyo aprenden matemáticas y aún mejor disfrutan haciéndolo.
Las matemáticas cuestan en algunos puntos, claro que sí, son abstractas en muchas de sus concepciones, y si además las contamos con un "porque sí" o "lo debéis creer por acto de fe" aún ganaremos menos seguidores en nuestras aulas.
No queramos enseñar lo que no quieren recibir. Mostremos a los estudiantes el camino, y la grandeza de lo que significa aprender.
Fuera tensiones, dentro aprender.
La ansiedad matemática de los alumnos españoles. (Diario: El mundo)
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