28 jul 2018

Una estancia en Harvard


Seis y media de la mañana, cada día suena el despertador en el pequeño apartamento de Porter Square. Un café con leche, una tostada de pan con algún cereal, y un poco de queso traído de España, que parece irse racionando día a día como si de un tesoro se tratase.
Cada día me acompaña Dru, una pequeña gatita negra de bigotes blancos con la que comparto apartamento. Se oye el tren, las vías recorren la fachada de la casa de un lado al otro, y cada mañana siento que la vida se inicia cuando el olor que provoca el rozamiento de la máquina sobre los raíles me hace sentir que el día comienza de nuevo.
Casi media hora caminando por Mass Av, hasta llegar a la zona de la universidad. Es una ciudad joven, son pocas las personas de edad avanzada que nos cruzamos en el camino. Mochilas al hombro, con poco equipaje para el día: un pc, un cuaderno que nos compramos antes de venir cuál estudiantes que inician el curso, un bagel relleno y una fruta.
Al llegar a Harvard Square parece que la ciudad se transforma en universidad, decenas de jóvenes recorren las aceras. Los jardines se desdibujan bajo los pies de grupos de adolescentes que visitan los centenarios edificios. Cada rincón tiene una historia, algunas de ellas están señaladas con placas sobre el suelo o en alguna pared.

Aceras en Havard Street
El edificio que nos acoge pertenece al Real Colegio Complutense, una pequeña casa cuya escalera nos asoma a la belleza de las formas cada día. Tenemos salas de trabajo en pequeños grupos o salas grandes para poner en común resultados de trabajo conjunto.

Escaleras RCC. Foto de Marta Pla
La experiencia de una estancia en grupo, ha sido como esos realities de la televisión, pero esta vez no hubo cámaras ni divulgación, pocos se enteraron de lo que allí sucedía más allá de nuestras familias y compañeros de la universidad a los que dejamos alguna que otra tarea pendiente de solucionar. Catorce investigadores de distintas universidades españolas, distintos perfiles, distintas historias de vida que se han unido sin más objetivo que construir un foco donde observar qué está sucediendo con la enseñanza de las matemáticas en la etapa de Educación Secundaria en España. 

Calle de Cambridge
El trabajo fundamental comenzó hace ya un par de años en un encuentro en Castro Urdiales, poco a poco se ha ido consolidando con reuniones de trabajo en las distintas universidades o utilizando la red como medio de encuentro. Algunos de nosotros hemos vivido la etapa Secundaria en primera persona, pero ahora desde la universidad ¿cómo podemos mejorar las prácticas? Pues contando qué es lo que se está haciendo en tiempo real en las aulas.


Patio central de Harvard University

Ahora que estamos a punto de irnos para España, nos queda no perder este espíritu de colaboración que surgió en estos días. Sigamos compartiendo los días como si fuesen minutos, y los años como si fuesen semanas. Queda mucho por hacer tras haber dado estos primeros pasos, que siempre son los más complejos, pero que gracias a una dirección exquisita, de la mano de la Dra. Joglar, y unas colaboraciones ricas en lo personal y en lo profesional, de la mano de Jon Star, Heather Hill o Bárbara Brizuela, nos llevarán siempre a recordar estas semanas como especiales.


Gracias por haber hecho este tiempo compartido posible #RCC